¿Tiene Chile un problema de amistad cívica?

Para el director ejecutivo de Tenemos que Hablar de Chile, la polarización y la falta de amistad cívica es más bien un problema del sistema político y no necesariamente de las personas.

En entrevista con El Mercurio, el director ejecutivo de Tenemos que Hablar de Chile, Hernán Hochshild, explicó que “venimos de un tiempo en que la conexión entre política y ciudadanía ha sido muy de enrostrar todos los males del adversario y poco de proponer vías comunes”.

“Yo no diría que Chile enfrenta un problema de amistad cívica en todas sus dimensiones, sino que es puntualmente en el sistema político”.

Hochshild plantea que “una forma de recuperar la amistad cívica tiene que ver con identificar en dónde es fuerte y dónde no lo es. Otro matiz es que venimos de muchas elecciones donde la sensación ambiente es que te lo juegas todo y cuando eso sucede, a veces se juega más allá de los respetos básicos”.

“Las circunstancias han ido horadando mucho esa amistad cívica, pero lo positivo es que está ahí latente, y una forma de encontrarla no es simplemente quedarnos en lo discursivo, que es importante, sino que también encontrar un camino en donde el diálogo se vuelva fructífero”. 

“Si queremos recuperar la amistad cívica tenemos que encontrar dónde está nuestro camino en común, de lo que queremos lograr como país. Hay cosas en donde algunos van a remar por la derecha y otros por la izquierda, pero necesitamos un norte común”.

“Tampoco se puede esperar que la política sea totalmente contraria a su naturaleza; van a existir conflictos, pero necesitamos líderes que se atrevan a cruzar el río”.

Si queremos recuperar la amistad cívica, tenemos que encontrar dónde está nuestro camino en común. Algunos van a remar por la derecha y otros por la izquierda, pero necesitamos un norte común. Van a existir conflictos, pero necesitamos líderes que se atrevan a cruzar el río
— Hernán Hochshild, director ejecutivo de Tenemos que Hablar de Chile

Al respecto, Carolina Velasco, directora del Instituto de Políticas en Salud de la Universidad San Sebastián, plantea que “respecto de la polarización en general, la segregación en grupos que piensan de manera similar juega un rol. Hay un debate respecto del fenómeno de las redes sociales y la inteligencia artificial, en cuanto pueden hacer que las personas refuercen sus ideas y encuentren información similar a lo que piensan, ya que estas les sugieren amistades, sitios web, influencers, con ideas similares a las tuyas, lo que genera una ilusión de que todos piensan de una forma”.

Para Harold Mayne Nicholls, exdirector ejecutivo de los Juegos Panamericanos, asegura que lo más importante es entender que el bien superior es Chile. No quienes lo habitamos como individuos, sino que la suma total de los habitantes de nuestro país.

“A mi juicio es se logra dejando de lado los intereses personales para sumar en lo colectivo. En el fondo, buscar los puntos de encuentro de nuestro país y no lo que nos diferencia. En una oración, unirnos por encima de nuestras legítimas discrepancias”.

En democracia se construye necesariamente con el que piensa distinto, pero para hacerlo debemos desarrollar la confianza mutua, ejercitar ese músculo para hacer posible la colaboración y la amistad cívica. Y en ese camino el primer paso es abrir espacios al diálogo.

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