Claves desde una ciudadanía constituyente
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El presente informe sistematiza los procesos de consulta y diálogo que se realizaron a través de distintas metodologías y en distintos momentos del proceso constituyente, como una gran oportunidad para entender mejor los actuales desafíos de la sociedad.
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Convocamos a más de 20 mil personas a lo largo de todo Chile a través de 5 procesos de participación distintos: Cabildos sobre sistema político, Cabildos Constituyentes, Tenemos que Hablar de la Nueva Constitución, Chile a Escala 2022 y el Constitubot.
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Entre agosto del 2021 y noviembre del 2022
¿Qué es?
Claves desde una ciudadanía constituyente es la culminación de diversos procesos de participación ciudadana que impulsamos entre agosto de 2021 y noviembre 2022 donde convocamos a más de 20 mil personas a lo largo de todo Chile en cientos de cabildos, encuentros autoconvocados, consultas y diversos espacios y plataformas.
¿Cómo
se hizo?
Desarrollamos diversos mecanismos de participación, algunos fueron abiertos mientras otros fueron intencionados a grupos específicos que permitieron una representación analítica de la diversidad de nuestro país. Este informe muestra la sistematización de 5 procesos de participación distintos: Cabildos sobre sistema político, Cabildos Constituyentes, Tenemos que Hablar de la Nueva Constitución, Chile a Escala 2022 y el Constitubot.
Resultados
Siete claves transversales
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Los sentimientos negativos se han intensificado y sus causas se han diversificado. La esperanza ha disminuido, especialmente en los sectores más vulnerables, al mismo tiempo que la violencia, los problemas económicos, la convivencia política y la incertidumbre percibida respecto a la propuesta constitucional han generado una especie de estrés social en la ciudadanía.
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La conversación de futuro sigue siendo una conversación sobre anhelos de cambio. Existe una demanda por derechos que está íntimamente ligada a las necesidades que viven cotidianamente las personas y que, por lo tanto, varía de acuerdo a las trayectorias y contextos de vida de estas. En esta materia pareciera ser que “cada uno sabe dónde le aprieta el zapato”.
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Existe una diversidad de miradas tras el anhelo de cambio constitucional. Los sueños, significados y valores que las personas atribuyen al cambio constitucional varían de forma que, aquello que puede resultar contradictorio en la discusión política o conceptual, no necesariamente lo es en la conversación ciudadana. Son múltiples miradas reunidas en el anhelo de que las condiciones sociales y materiales del país puedan mejorar.
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A pesar de la sensación general de malestar, en la conversación de futuro la vía institucional sigue presente. El camino democrático e institucional es el camino más valorado, es uno de los aspectos más destacados del trabajo de la Convención, y sigue simbolizando un espacio de respuesta legítima para las personas. Sin embargo, este camino no está asegurado y, por el contrario, hay preocupaciones importantes que cuidar.
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La ciudadanía es crítica respecto a una clase política que percibe transversalmente desconectada de la realidad y preocupada de sus propios intereses, una crítica que no está dirigida a un partido o sector en específico, ni es exclusiva de los representantes electos. Se demanda entonces que las autoridades se empapen de la realidad, estén volcadas hacia los intereses generales, tengan un estándar ético superior y sean eficientes en la provisión de soluciones.
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El texto propuesto por la Convención Constitucional fue evaluado críticamente, señalando que este no permitiría dar respuesta a los desafíos del país y que dividiría al país. Cuando las personas dialogaron sobre el texto aparece una preocupación por el contenido de la propuesta, por los cambios que introducía y los efectos que generaba.
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En un momento donde el resultado del plebiscito era incierto, la conversación estuvo cargada por la preocupación de las personas por una alta polarización social. En esta línea, se demandan acuerdos transversales de parte de las autoridades políticas, y se espera que estas sepan encontrar puntos en común para beneficiar a toda la población, aunque esto signifique ceder las posiciones originales de cada sector, o transgredir los intereses personales por un bien mayor.