Diálogos «Tenemos que hablar de La Araucanía» dan a conocer los anhelos de los habitantes de la región
Entrevista | Pro Araucanía
Una serie de conversaciones fueron llevadas a cabo por la plataforma de conversación y participación ciudadana Tenemos que Hablar de Chile, impulsada por la U. Católica y la U. de Chile. En total, 84 ciudadanos provenientes de 19 comunas de la zona compartieron sus anhelos e inquietudes acerca de la región. ver nota original +
¿Qué debemos cambiar, mejorar o mantener en La Araucanía? ¿Cómo podemos lograrlo? ¿Qué puedo hacer yo como ciudadano para lograrlo? Esas fueron las preguntas que se hicieron en los diálogos de Tenemos que Hablar de La Araucanía, instancia de conversaciones y participación ciudadana que se realizaron en diciembre pasado y que convocó a personas desconocidas entre sí, y con realidades muy diversas, a conversar por videollamada acerca de los temas de la región.
Los resultados fueron sistematizados y dados a conocer por estos días. En total participaron 84 personas, de 19 comunas de La Araucanía, tales como Temuco, Padre Las Casas, Angol, Cunco, Pitrufquén, Traiguén, Collipulli, Carahue, entre otras. En dichas conversaciones surgieron cuatro grandes hallazgos que reflejan tanto los anhelos como las inquietudes de los y las habitantes de la zona.
El primer resultado de estas conversaciones regionales tiene que ver con las emociones que han experimentado los y las participantes en el último tiempo, marcado por la crisis sanitaria y el proceso constituyente en marcha. Si bien existe incertidumbre en cuanto al trabajo y al bienestar integral, hay esperanza de que las cosas pueden cambiar para mejor en el futuro, así como también esperanza en lo que pueden lograr las personas cuando dialogan en torno a las necesidades y anhelos de la región. La realidad regional se condice con aquella a nivel nacional: los resultados país de la plataforma también reflejan una ciudadanía donde la incertidumbre, la preocupación y la esperanza son las emociones que predominan.
Como segundo hallazgo aparece la necesidad de lograr una real descentralización, tanto respecto de Santiago como de Temuco, la capital regional. Sobre este punto, los y las habitantes de La Araucanía piden que las políticas públicas estén contextualizadas a la realidad de la región y que estén enfocadas en brindar una mayor protección social e inclusión. Pobreza regional, precariedad laboral y la desprotección de grupos más vulnerados fueron algunos de los ejemplos indicados en las conversaciones. La descentralización y la participación ciudadana son vistas como instancias para lograr ese anhelo. “La descentralización es muy importante al momento de entender la verdadera dimensión de la problemática territorial”, indicó una participante. Por su parte, la participación ciudadana se debe vincular con lo regional, con lo ciudadano y representativo, involucrando a la comunidad en la búsqueda de soluciones tanto locales como nacionales.
Un tercer tema que surge de manera potente es la identidad y valoración de la cultura mapuche. Sin embargo, hay un consenso respecto a que aún queda mucho por hacer, dado que hay tensión en la relación entre personas, identidades, culturas, pueblos e instituciones. Algunas propuestas a nivel nacional dan cuenta de la necesidad de conversar respecto el tipo de relación que queremos tener con el Estado reconociendo la identidad multicultural de la región y a los pueblos que en ella conviven, así como también permitir que los distintos actores de la región conversen entre sí para buscar el bienestar de todos y todas quienes forman parte de ella. Sobre este punto, surgen ideas interesantes como el rol que cumplen los medios de comunicación en la construcción de este cambio de mirada hacia la región y a su diversidad.
Conocida por su gran biodiversidad, el medioambiente es el cuarto punto abordado por los y las participantes, quienes manifestaron preocupación y valor latente en torno al cuidado del medio ambiente que se vincula a los recursos naturales presentes en la región y al desarrollo sostenible necesario para afrontar los problemas del futuro en torno a la conservación. El acceso al agua, el daño de la industria forestal y la carencia de una educación medioambiental fueron algunos de los problemas que identificaron como factores que no posibilitan el desarrollo sostenible ni la conservación de la naturaleza.
Tenemos que Hablar de Valparaíso es la versión regional de Tenemos que Hablar de Chile, plataforma digital impulsada por la U. Católica y la U. de Chile, y que durante 2020 invitó a miles de habitantes a reflexionar sobre los temas país. En total, más de 100 mil personas, provenientes de las 346 comunas de Chile, fueron parte de este proceso. De las conversaciones digitales surgieron 10 hallazgos que hablan sobre los anhelos e inquietudes de la ciudadanía respecto al presente y futuro del país: un Estado percibido como indiferente, un llamado a construir un sistema político que se relacione de manera distintas con las personas, una mirada transversal sobre la educación como derecho fundamental y como rol cívico, una ética pública que se exprese en la convivencia en sociedad y en el comportamiento de las autoridades, y por último, un fuerte deseo por tener más instancias de participación ciudadana. Los resultados de dichas conversaciones están siendo compartidas con la sociedad civil y autoridades, con el objetivo de entregarles insumos para construir mejores políticas públicas, tomando como base lo que dijeron las personas.
Valentina Rosas, subdirectora de Tenemos que Hablar de Chile, señaló que “si bien vemos que aparecen temas especialmente locales, también vemos una sintonía con las narrativas que escuchamos a nivel nacional. Destaca sin embargo, que tanto las opiniones sobre los temas locales, como la perspectiva que tenemos de los grandes temas país, se articulan por la experiencia en el territorio que habitamos. La realidad local, que no es homogénea, marca la conversación y los sueños y anhelos que en ella se comparten”.